Fito con su pequeño Reinaldo, quien ya da sus primeros pasos en la barra.
El sábado pasado volvió la Feria Americana, el programa radial de Infociudad que se emite por FM Vall 94.7 MHZ. En la sección Pymes, el staff entrevistó a Rodolfo Fito Gallo, vecino gilense que se animó a restaurar un viejo almacén de la localidad de Cucullú.La historia de Fito con el Almacén Bar Casa Gallo viene de sangre, sus antepasados fueron piezas claves de un lugar emblemático dentro de la pequeña comunidad. Hoy a 139 años de su fundación, el emprendedor local decidió abrir de nuevo las puertas.En una profunda charla con el equipo de Infociudad, Gallo nos cuenta cómo fue el proceso de restauración, que significa estar del otro lado del mostrador y cuál es la misión del lugar para la cultura. Pasen y vean, el vermut ya está servido.Infociudad: ¿Cómo nace el Almacén Bar Casa Gallo en Cucullú?Fito Gallo (FG): El hermano de mi tátara abuelo, Jorge Gallo, fundó en 1880 ese almacén de ramos generales que hoy en día sigue en pie en Cucullu. Desde el primer día se llamó “Almacén Bar Casa Gallo”, hace poco tiempo pedí los permisos necesarios a los propietarios para que me permitan mantener ese nombre con todas sus raíces. Para nuestra familia es un honor.IC: Hoy se puede ver un lugar muy bien ambientado ¿Qué había antes? ¿Estaba oculto ese espacio en el pueblo?FG: La propiedad estaba deteriorada por el paso lógico del tiempo, pero siembre se buscó mantener la misma estética, de hecho todo lo que se incorporo es del estilo de esa época o muy relacionado. Por ejemplo, la iluminación, el mostrador; se buscó todo acorde, y todo lo que había en el lugar se recicló, había un potencial importantísimo pero que no se apreciaba por el abandono que tenía.El patio del Almacén. Foto: Diego Provenza.IC: ¿Cuál es la recepción que encontraste en la gente que hoy concurre al lugar?FG: Hoy en día con las redes sociales se llega muy rápido a muchas personas de todas las zonas. Estamos en varias páginas de pueblos rurales y demás, también de celiaquías porque tenemos menú para ellos, entonces todo eso llama bastante a la gente de distintos lugares. Una familia que vino hace poco me contaba que ellos recorrían todos los almacenes y bares de campo de la provincia de Buenos Aires.A la gente de Cucullu le tengo que agradecer por el apoyo, me viene acompañando desde el primer momento. Muchos se acercan con historias que han vivido ahí adentro, mi viejo también tiene su historia en el lugar, siempre en las vacaciones iba a trabajar al almacén. Me di cuenta que yo conocía una pequeña parte de la historia, pero con todo lo que me cuentan me voy enriqueciendo cada vez más.IC: Debe ser fuerte estar del otro lado del mostrador entonces…FG: A mí es algo que me llena el alma, saber que puedo estar ahí, en el mismo lugar en donde mis antepasados han estado trabajando. Me siento muy orgulloso de haber podido restaurar ese lugar, darle nuevamente la identidad que había perdido y darle a Cucullu un lugar para pasarla bien.IC: ¿El próxima paso es ponerle cultura al lugar?FG: Desde el primer momento la idea, además de tomar algún trago o comer algo, fue darle un tinte cultural al lugar. Hace dos meses que estamos abiertos al público y me pareció que era el momento de empezar a ofrecer shows de música, también queremos hacer muestras fotográficas, de pintura, y estamos abiertos a escuchar propuestas.