Francisco “Paco” Durañona, es uno de los líderes políticos de la región. El Jefe Comunal de San Antonio de Areco desde 2011, ha demostrado su capacidad de gestión en la ciudad gauchesca y ahora apunta a nuevos desafíos.El hombre de acción y fuertes convicciones, quiere ser el primer gobernador bonaerense proveniente del interior. Su agenda política hoy se centra en el desarrollo de su pago, pero también en la búsqueda de aliados regionales con el fin de difundir el proyecto que pensó para la provincia.En la semana que inauguró el sexto establecimiento educativo en siete años de gestión, incluyendo una Universidad Nacional, Durañona habló con Infociudad. El peronista opinó sobre la situación de los municipios, la crisis económica y los casos de corrupción ligados al partido político que pertenece.Infociudad (IC): En los últimos días el Gobierno Nacional anunció la quita del Fondo Solidario, más conocido como Fondo Sojero ¿Cómo impacta esta decisión en ciudades como las nuestras?Francisco “Paco” Durañona (FD): Desde 2009 hasta hoy, el fondo solidario sojero, se repartió a las 23 provincias Argentinas. Fue una política redistributiva muy importante, vinculada con las retenciones a la exportación de esos productos primarios, es decir que tenían un doble objetivo, por un lado que esa renta extraordinaria pudiera ser un beneficio para todo el país, y en segundo lugar regulaba el precio de los alimentos. Nosotros con eso, hemos arreglado habitaciones del hospital, hemos mejorado centros de salud, comprado maquinaria para el corralón destinado a la higiene urbana, contenedores para residuos, compactadores, pala con tractor, entre otras cosas. Y lo mismo es lo que hacen en Giles y en todos los pueblos de la Argentina. Es un golpe durísimo que se suma, porque no es una decisión aislada, a una serie ininterrumpida de ajustes que se vienen dando con mucha fuerza para el interior, los municipios y las provincias. Hay un total desprecio por el rol y la importancia que tienen los municipios y su protagonismo en el desarrollo económico de las familias del interior.IC: Teniendo en cuenta este presente ¿Qué tan difícil la tienen los intendentes del interior?FD: Es muy difícil; además de la inflación, el dólar que se dispara y el cierre de los locales, hay otro rubro dificilísimo que es el del combustible. Nosotros en el municipio sabemos muy bien lo que significa cada uno de los insumos, combustible para que se pueda llevar a cabo la recolección de residuos, para que se puedan limpiar las calles, para trabajar en infraestructura de mantenimiento de barrios y planta urbana. También la electricidad, el alumbrado público y los edificios municipales. Tenemos un sistema de salud que es municipal y el municipio es el que sostiene los insumos energéticos, los medicamentos que se fueron por las nubes, más la reducción absoluta de las prestaciones en el PAMI y las obras sociales.Está claro que si esto no llegó a una crisis, de dimensiones conocidas como en el pasado, es porque hay un colchón de políticas sociales que viene de herencia, que hacen que todavía tengan sostenibilidad los sectores más vulnerables a pesar del brutal saqueo que hubo a fin de año pasado a la asignación universal por hijo y a los jubilados. Es muy jodido y cada vez va a ser peor, pero nos arremangamos y estamos en la trinchera para tratar de sostener hasta donde podamos esta situación.IC: Los grandes medios hablan de crisis pero también de corrupción y muchas veces esta última ligada al partido político que vos integras ¿Qué opinión tenes al respecto?FD: Mi opinión es que sería de una gran hipocresía y poco confiable, que nosotros que pertenecemos al Frente para la Victoria, el Peronismo, Unidad Ciudadana, estemos negando una situación de corrupción que afectó a nuestro espacio y a nuestra gestión, eso es lo primero que hay que reconocer. Es claro que la corrupción muchas veces se ha callado porque hay una red de complicidades que va mucho más allá del kirchnerismo, es un problema estructural de la Argentina, y esto lo sabemos todos, del financiamiento de la política y la corrupción. Es un problema estructural porque lamentablemente forma parte de las miserias humanas y por eso hay que tener herramientas muy contundentes para limitar la posibilidad de la corrupción, y eso no ha sucedido, se han aprobado algunas leyes para avanzar en algunas cuestiones, pero la verdad es que hoy para hacer política en las grandes ligas tenes que ser millonario o tenes que tener una relación con grandes estructuras de poder económico, mediático, industria e internacional. Sino estas afuera de la discusión y eso es un gravísimo problema.Ojala esta sea la posibilidad de discutir a fondo este tema, y para esto es necesario discutir en el marco de un ordenamiento institucional, la Constitución Nacional debe aclarar que el financiamiento de la política lo debe proveer el Estado, con presupuestos limitados y razonables para una campaña política, accesible para cualquier argentino que quiera legítimamente presentarse en elecciones. Hoy lo que estamos viendo es una fantochada, porque es el aprovechamiento de una posición política del gobierno en contra del principal partido y los dirigentes de la oposición, con lo cual le quita seriedad, se vulneran las garantías procesales más esenciales, se tiró a la basura todas las normas de derecho, se hacen shows mediáticos judiciales para que generen alto impacto, se ocupa la agenda un 100% en este tema para esconder los problemas del país, por lo tanto es muy poco serio y poco creíble que esto sea para hacer más trasparente la política en Argentina.IC: En otras notas hiciste mención a tu intención de ser candidato a gobernador el año que viene ¿Sigue siendo algo concreto? FD: Es absolutamente concreta y real. Por supuesto que vamos a trabajar para convertirlo en un triunfo. Es algo difícil de lograr, no es muy común para nosotros, los que generalmente tienen esos cargos son las grandes figuras que tienen capacidad de generar alianzas o tienen los recursos para una gran campaña marketinera, pero yo creo que los argentinos están hartos de eso. Nosotros tenemos que demostrar que cualquier argentino, y principalmente del interior, puede ser nuestro representante.Yo soy un militante y deseo profundamente que a la Argentina le vaya bien, estoy convencido que la provincia de Buenos Aires y los municipios tienen enormes posibilidades para desarrollarse, para crecer y realmente darle felicidad a los argentinos. Cuando las comunidades se desarrollan y generan riquezas las familias están felices, por eso creo que nos perdemos una gran oportunidad al querer centralizar el poder en los dos o tres grandotes que estamos acostumbrados a ver en el sillón de gobernador de la provincia de Buenos Aires. Justamente lo que tenemos que hacer es lo contrario, darle un protagonismo extraordinario a todos y cada uno de los gobiernos locales de la República Argentina. Que esto es lo que sucede hoy a nivel mundial.