Por Felipe Sosa.
Allá por el año 2004 Adidas, la famosísima marca deportiva alemana, lanzó al mundo una de sus publicidades más populares: “Impossible is Nothing” (traducido, “Nada es imposible”), frase que tomó de un discurso de una de las leyendas del boxeo como lo fue Muhammad Alí. Lejos de los millones, los flashes, las celebridades y demás excentricidades que rodean a las grandes marcas, pero bien cerca de ese eslogan publicitario, en nuestra ciudad y en el mismo año un grupo de amigos que no llegaban si quiera a los 15 años, comenzaron a recorrer un camino que quizás no pensaron que iba a llegar a donde llegó hace unas semanas: la conformación de un Club Social y Deportivo en San Andrés de Giles.Como todo grupo de amigos, o la gran mayoría, el fútbol y los asados fueron el denominador común de los jóvenes. Por lo general, las brasas ardían en la granja del papá de uno de los chicos: Granja Los Teritos, ubicada en el kilómetro 100,5 de la Ruta 7. Ese lugar fue el que le dio el nombre con el que se conoció popularmente durante años al equipo de fútbol y que, hace exactamente 15 días, se conformó legalmente en el Club Social y Deportivo Los Teritos.El equipo comenzó su participación en los torneos locales en el año 2007 cuando participó del Papi del Club Social, primero con Matías Boero como DT y luego con Ariel ”El Gringo” Bonetti. Años más tarde, en 2014, una vez que se volvió a jugar la Liga Local de Clubes en nuestra ciudad, Los Teritos participaron ininterrumpidamente en todos los torneos, llegando a la final en el Apertura 2016.Juan Manuel “Chucho” Dinardi es uno de los integrantes principales del club. Fundador de la primera hora, jugador y actual director técnico del equipo que el fin de semana consiguió el pase a la final de la Liga tras vencer por penales a El Dorado, asegura que “Los Teritos es una familia que la fuimos construyendo a través del tiempo, primero a partir de un grupo reducido que era nuestro grupo de amigos y a la cual se fueron sumando más personas; también es una gran parte de mi vida porque está entre mis prioridades siempre y siempre lo va a estar”.Ese sentido de pertenencia que expresa Dinardi es el que destacan y valoran todos aquellos que pasaron alguna vez por el equipo. Porque no se trata sólo de jugar al fútbol, sino más bien la pelota es una excusa más para pasar buenos momentos con amigos. Así lo siente también uno de los históricos de Los Teritos, Alan Casas, quien sostiene que “el objetivo siempre es pasarla bien, hacer nuevos vínculos y divertirnos; en 2016 llegamos a la final de la Liga y nos dimos cuenta de que podíamos ir por el campeonato, de que haciendo las cosas de manera más seria podíamos jugar bien al fútbol, fuimos creciendo y hoy nuestro objetivo cada vez que arrancamos un campeonato es ser campeón”.“Chucho”, que por una lesión quedó marginado por un tiempo como futbolista, pero que desde ese momento se hizo cargo de la conducción técnica, no duda en decir que “el respeto, la amistad, el compañerismo y la simpleza son los valores que representan ser un tero; lo más importante es la unión grupal”.Como se mencionó anteriormente, hace unos días Los Teritos pasaron a ser legalmente un club con nombre propio: Club Social y Deportivo Los Teritos. La primera comisión directiva está liderada por el Presidente Juan Lencina, el Secretario Lucas Tumini, el Tesorero Matías Boero, el Vocal Titular Ignacio Tradatti, el Vocal Suplente Lisandro Tradatti y los Revisores de Cuentas, Pedro Lucca y Juan Dinardi. Como puntapié inicial y para darse a conocer aún más a la sociedad, el feriado lunes 20 de noviembre organizaron una gran pollada que fue un éxito y contó con la colaboración de cientos de personas que compraron la tarjeta.“Las expectativas que tengo acerca de pasar a ser un club es, principalmente, ganar el Torneo, en el cual estamos en carrera, eso es primordial, es una espina que tengo clavada; y segundo, con los chicos nos estamos planteando objetivos y cosas a realizar ahora que pudimos crecer, pasó la pollada y ahora queremos marcar a la sociedad, hacer cosas diferentes que en Giles no se realizan, reanimar al pueblo que tanto nos dio y, como somos jóvenes y tenemos mucho entusiasmo, hay que aprovecharlo al máximo”, explica Chucho.Por su parte, Casas sostiene que “decidimos poner el nombre del club en los papeles para tenerlo, no sé en qué puede llegar a terminar. Espero que todo me sorprenda. La idea es escucharnos y proponer cosas nuevas. Lo que pueda llegar a surgir no tengo idea, y eso es lo lindo, que nos vayamos sorprendiendo”.El nuevo club de la ciudad, que en el Torneo que se está disputando representa al Circulo Deportivo Familiar, sueña con un futuro que lo tenga en los primeros planos, tanto en el plano deportivo como en el plano social. Para ello emprendieron esta travesía este grupo de jóvenes, dando una clara pauta de que no todo está perdido, de que hay una serie de valores que aún perduran en la juventud que se compromete con la sociedad gilense.“Ojalá tengamos una sede algún día, armar una canchita, pero no sé. Si le ponemos ganas y hay gente que se compromete se puede lograr. Me encantaría que perdure en el tiempo”, dice Alan. Por otro lado, Dinardi ve a los teros “dentro de 30 años con muchos logros realizados y con muchos más por realizar; quiero que quedemos en la historia del pueblo y que esto vaya trascendiendo de generación en generación, ojalá el día de mañana pueda heredar a mi familia la pasión por este club, por esos colores; sería mi sueño consagrarnos como club, formar una escuela de fútbol, tener nuestra propia cancha; si me dejan soñar no paro, porque esa es la mentalidad que formamos en Los Teritos”.Y así van de a poco levantando vuelo. Cada vez dándole más la razón a aquella primera bandera que le pintaron al nuevo club en la Granja y que rezaba “La leyenda recién comienza”. Y también coincidiendo y tomando aquella frase lanzada por Alí y luego popularizada globalmente por Adidas: “Nada es Imposible”. Vaya si así es. Y si aún le cabe alguna duda a alguien, vaya a preguntárselo a Los Teritos.