Por Sofia Stupiello.
Sucede de manera inesperada. Nadie lo ve venir. De repente una parte de tu cuerpo está entre los dientes de un perro, o estás siendo atacado mientras circulas en moto o en bicicleta, o sin quererlo ni preverlo enfrentas un accidente por esquivar alguno que se cruza por el medio de la calle. Las explicaciones posteriores son varias: que es callejero, que lo cuida el barrio, que lo dejan afuera porque nunca hace nada, entre otras. La problemática surge a partir de la irresponsabilidad de algunos dueños que hacen de la vereda y la calle parte de su hogar, y de la ausencia de políticas públicas claras que sancionen y controlen esta situación.Sin embargo, las explicaciones quedan cortas cuando de salud se trata. En el Hospital Municipal son muy frecuentes los casos de mordeduras y de aplicación de vacunas antirrábicas. En este último tiempo también se conocieron accidentes provocados por canes en situación de calle: un remisero que volcó por esquivar uno cerca de la ruta 7 y una joven que quedó en coma y gravemente herida por un perro que se le cruzó delate de su moto. Actualmente continúa en rehabilitación.Los procedimientos en cada caso suelen ser similares. Después de ser atendidos en el Hospital, se procede a completar un formulario para denunciar en Bromatología. En esta oficina se recibe la denuncia y se investiga la situación del animal. No obstante, no todos los casos son denunciados, ni todos los casos llegan a una solución.Hace unos días la vecina Lorena Sanou denunció públicamente en un sitio de noticias que un pitbull atacó a su pequeña hija en la calle. Una de las razas más feroces la mordió y se abrió el debate en las redes. Muchos apuntan a los dueños que no se hacen cargo, otros exigieron que se haga algo desde el Municipio, antes de que suceda “algo más trágico”.En marzo pasado, una vecina de nuestra ciudad fue brutalmente atacada por un perro “tipo pitbull” en la terminal. Se trata de Claudia Gofreddi, quien mientras esperaba un colectivo quedó en el medio de una pelea de perros, y uno le mordió su pierna dejándola con graves heridas. “El perro me desgarró musculo, carnes, incluso se llevó pedazos de mi pierna en su mandíbula”, explicó a Infociudad. Luego del ataque tuvieron que realizarse radiografías para asegurarse de que no le había fisurado el hueso. También tuvo que pasar por el quirófano para que le realicen la curación. “Fue terrible, no me tomaba la anestesia, nunca pensé tener tanta tolerancia al dolor, quedé internada tres días”, comentó sobre aquel momento. Continúo con curas en su hogar durante dos meses, sin poder moverse de su cama y en total estuvo cuatro meses sin poder ir a trabajar.“La problemática de los perros sueltos es muy grave acá y en toda la zona, hay mucha gente mordida”, afirmó. El perro que la atacó estaba acostumbrado a andar suelto y alimentarse en varios lugares a pesar de tener dueño. Además contaba con antecedentes de morder gravemente a otros perros del lugar. “Una vez que pude andar con muletas hice la denuncia en la Comisaria. También presenté fotos, actas y denuncias junto a una carta dirigida al intendente donde le relataba el episodio”, concluye Claudia.Abandono, irresponsabilidad, una protectora de animales desbordada y la ausencia de políticas públicas son solo algunos de los tintes de una problemática que cada vez afecta a más vecinos de nuestra ciudad.