Por Sofia Stupiello.
A los recortes en los medicamentos de los jubilados y la baja de las pensiones por discapacidad, se suma la suspensión muchas de las becas PROGRESAR. Este plan incentivaba a 700 mil estudiantes argentinos a nivel nacional que cursaran el secundario o alguna carrera terciaria y que estén desempleados o en una situación de trabajo precarizado.A pesar del incremento inflacionario con respecto al año pasado, la inversión para este tipo de incentivos no ha variado, sigue siendo de $900. Según un documento de la ASAP (Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública) el programa del Estado nacional sufrió un recorte del 31,4% en su partida.En nuestra ciudad fueron varios los jóvenes que dejaron de cobrar el incentivo. Paloma (19) estudiante del Profesorado de Letras en la Universidad de La Plata confirma que nunca le comunicaron el porqué de la suspensión. “Tengo varios compañeros en la misma situación. Yo contaba con ese dinero”, relata y agrega que ya lo tenía destinado cuando se enteró que se le había dado de baja. Después de dos meses y de presentar nuevamente toda la documentación, volvió a obtener la beca.Explica que siempre lo destinó en fotocopias o comida pero que tampoco “se puede hacer demasiado con ese monto”. Además comentó que le dieron “muchas explicaciones pero erróneas” ya que después de visitar tres oficinas de ANSES recibió versiones totalmente diferentes. Aclara que ella y sus compañeros siempre cumplieron con los requisitos.Agustín (22), gilense y estudiante de Ciencia Política en la UBA, también sufrió la suspensión del programa en febrero. Afirmó que lo afecto directamente a la hora de viajar, ya que después de la quita del subsidio al transporte público, se encareció su día a día. Afirmó que también utilizaba el incentivo en viáticos y apuntes.Con respecto a la situación de los estudiantes de nuestra ciudad que cursan en la UNLU, el gasto mensual en transporte ronda los $600.Quienes accedieron al boleto estudiantil solo pagarían alrededor de $300.Mariana Galarza cuenta que en la escuela de Villa Ruiz se cayeron 14 de los 18 PROGRESAR. “Algunos eran de escuela secundaria y otros del curso de formación profesional que traigo a la escuela, porque muchos de los alumnos que egresan no tienen la chance de seguir estudiando”, explica. Como la mayoría se encontró dado de baja, se acercó a ANSES y le dijeron que tenían que darles el alta nuevamente. “Nunca nos explicaron por qué, presentamos la escolaridad en febrero, lo que significa que esos chicos nunca dejaron de estar en el sistema educativo”, aclara. Ahora deben esperar entre 60 y 90 días para poder volver a acceder al programa.En la vecina localidad de Luján también se conocieron recortes injustificados. El Civismo difundió el caso de una estudiante que a pesar de presentar toda la documentación en tiempo y forma dejó de cobrar. Incluso figuraba inscripta en la cuenta de ANSES. Al igual que Paloma, las versiones que le dieron siempre fueron confusas y tuvo que enviar toda la documentación otra vez.La situación en otras partes del país es parecida. Desde la Universidad Nacional de Cordoba advierten la baja de 5200 becas y argumentan que es una decisión política de recortar parcialmente el programa. Desde APOPS, un sindicato de la ANSES Córdoba, señalan que “suspendieron el programa y después revisaron, cuando la lógica debería ser al revés, primero revisar y después dar de baja los que no están correctos.”
Redacción Infociudad 
