Por Felipe Sosa.
Boero forma parte de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de San Andrés de Giles (AIASAG), que aún está en proceso de formación. Los inicios y objetivos de la misma y su posición ante el uso de agroquímicos fueron temas de conversación. Infociudad: ¿Cómo y por qué surgió la idea de AIASAG?José Boero: Surgió con el objetivo de regular el desempeño de la profesión a nivel local, interactuando con otras asociaciones de profesionales, a nivel regional y provincial. Se tomó conciencia luego de la audiencia pública realizada el mes de abril acerca de que los ingenieros agrónomos debemos estar unidos en una asociación para fortalecer la profesión, desarrollarla y difundirla. Como Asociación queremos compartir nuestro conocimiento con los legisladores para participar en la toma de decisiones y con el Ejecutivo para la ejecución, supervisión y control de la aplicación de las normas.Además se trata de compartir experiencias, intercambiar conocimientos y desarrollar diferentes actividades principalmente vinculadas a la capacitación y formación profesional. También se plantea un rol de analizar y discutir las problemáticas e inquietudes que vayan surgiendo en el desarrollo de la profesión y de la comunidad en general.IC: ¿Cuántos son y cuáles son sus objetivos?J.B.: Somos alrededor de 35 personas, entre graduados y estudiantes próximos a graduarse. El primer objetivo es conformar la asociación en los aspectos jurídicos y legales. Las principales actividades a realizar a futuro serían brindar capacitaciones dirigidas a diferentes ámbitos (profesionales, productores, público en general, etc.) en diferentes aspectos vinculados con la profesión, principalmente en el manejo de los recursos y cuidado del medio ambiente. Además, se pretende ser un órgano consultor para asesorar diferentes organismos en la toma de decisiones respecto al ámbito agropecuario. A su vez, se pretende brindar diferentes servicios a la comunidad.IC: ¿Qué opinión tenés del proyecto de ordenanza local que se está promulgando sobre el uso de agroquímicos? ¿Crees que puede perjudicar a la producción agrícola de Giles?J.B.: El uso adecuado de fitosanitarios para la protección de los cultivos es una práctica totalmente segura si se realiza con la recomendación y supervisión de un profesional. A mi entender las restricciones planteadas en la ordenanza son totalmente arbitrarias y no hay evidencia científica que las justifiquen. De hecho, diversos organismos científicos que trabajan en el tema sugieren niveles de restricción mucho menores (distancia respecto a zonas urbanas y/o pobladas) que las contempladas en la ordenanza. A nivel provincial, las distancias de aplicación son muy inferiores y para ciertos productos no existe distancia mínima de restricción. Me parece ilógico la restricción en el uso de fertilizantes e inoculantes, productos que son clave para asegurar la reposición de los nutrientes extraídos por los cultivos y, por lo tanto garantizar la sustentabilidad de la producción, además considerando que estos productos no tienen riesgos para la salud y el medio ambiente. Desde la Asociación proponemos que todas las aplicaciones estén reguladas por receta agronómica, lo cual permite garantizar que se realicen cumpliendo las medidas necesarias para garantizar la inocuidad de la práctica, ya sea para las personas como para el medio ambiente. Estas medidas comprenden desde la elección del producto (en función del problema que se quiera tratar, de su categoría toxicológica y el área de aplicación), la preparación de la mezcla y el control de las condiciones ambientales (temperatura, viento, humedad ambiente) adecuadas para minimizar la deriva de producto y evitar la contaminación,A mi entender existen muchos miedos y prejuicios en la sociedad respecto al tema de los agroquímicos que carecen de sustento científico. Si bien los productos que se emplearon anteriormente eran realmente peligrosos para la salud humana, actualmente están prohibidos a nivel nacional y fueron reemplazados por productos igualmente efectivos para el control de plagas pero de mucha menor toxicidad.Las áreas donde se restrinja la aplicación de productos fitosanitarios se verían afectadas por que, en caso de ser necesario, no se podrían proteger los cultivos que se implanten en ellas contra enfermedades, malezas e insectos. Por lo tanto, la producción de cultivos sería inviable en dichas áreas.IC: ¿Cuántas hectáreas se verían afectadas y por qué?J.B.: En función de las áreas sensibles establecidas en el partido, considerando un límite de 1000 m para las aplicaciones, toda la superficie productiva del partido (113.000 has) quedaría afectada en mayor o menor medida. Dichas restricciones afectarán además las producciones ganaderas y hortícolas que emplean estos productos fitosanitarios. Esta superficie se verá muy afectada dado que los productos que se puedan aplicar no permitirán el adecuado control de las plagas y/o malezas en los cultivos que se implanten. La producción en dichas zonas se verá limitada y es muy probable que directamente no puedan ser cultivadas por la presencia de malezas resistentes o el riesgo de ataque de plagas y enfermedades.Estas restricciones, además del perjuicio económico para los productores, generará un perjuicios para muchos sectores vinculados a la actividad agrícola (proveedores, acopiadores, etc.) y pondrá en riesgo numerosos puestos de trabajo local vinculados a la actividad. Además, el inadecuado control de malezas puede convertirse en un problema ambiental a gran escala.