Por Felipe Sosa.
José Boero es un joven Ingeniero Agrónomo local muy destacado en su actividad. Fue Diploma de Honor en la UNLu y premiado por otras instituciones por sus calificaciones. Actualmente es Becario Doctoral en CONICET, se desempeña como docente en la UNLu y en la UBA y realiza el Doctorado en Ciencias Agropecuarias.Infociudad: ¿Por qué decidiste estudiar Agronomía? ¿Venís de una familia de campo?José Boero: Sí, siempre viví en el campo (zona de La Florida). Tanto mi padre como mi abuelo fueron productores agropecuarios y hortícolas. Actualmente, el campo se destina a agricultura y continuamos con la producción hortícola, aunque es sólo para consumo propio. Conservamos varias costumbres tradicionales.IC: ¿Cómo fue tu etapa en la UNLu?J.B.: Fue una etapa muy linda, de mucho aprendizaje y que, además, me permitió conocer a muchos amigos y compartir intereses comunes. Además, dentro de la carrera tuve la posibilidad de viajar a varios puntos del país para conocer la realidad socio-productiva del lugar (Santiago del Estero, Mendoza, Córdoba, Entre Ríos, Neuquén y varias zonas de la provincia de Buenos Aires). Estos viajes fueron experiencias muy enriquecedoras para mí. Hice la cursada en 5 años y la tesis en un año; en total me llevó 6 años. Tuve un buen desempeño académico y fui premiado con el Diploma de Honor por la UNLu y recibí premios de otras instituciones.
IC: ¿Cómo surgió la beca del CONICET? ¿Qué actividades desarrollas ahí?J.B.: En los últimos años de mi carrera estuve trabajando en investigación en la UNLu en varios proyectos relacionados con el aprovechamiento de residuos animales para la generación de biogás y biofertilizante. Luego de recibirme y haber pasado por algunos trabajos temporales, surgió la posibilidad de ingresar a un proyecto en la Facultad de Agronomía de la UBA, para trabajar sobre la fertilización de cebada con el objetivo de optimizar la calidad, donde empecé con una beca de CONICET en 2013 y continúo desarrollando tareas de investigación.
IC: ¿En qué consiste ese proyecto?J.B.: El proyecto se basa en el manejo de la fertilización del cultivo de cebada para mejorar la calidad del grano. Lo que estoy haciendo es un estudio del efecto del agregado de un nutriente (nitrógeno) al cultivo, en diferentes dosis y momentos del ciclo de cultivo. Mi trabajo consiste en la evaluación del movimiento del nutriente dentro de la planta. Además, estamos estudiando el uso de imágenes provenientes de sensores remotos para evaluar los cultivos sin necesidad de analizar directamente el cultivo. Por lo tanto, el proyecto tiene una parte de ciencia básica, que es el estudio a nivel planta, y una parte tecnológica, donde se genera una metodología de diagnóstico y recomendación de manejo que aplica al productor.IC: ¿Cuáles son tus planes laborales a futuro?J.B.: Mi planes laborales a futuro es dedicarme al asesoramiento y al desarrollo de soluciones tecnológicas tendientes a mejorar la producción y continuar con la investigación aplicada. Me interesa desarrollar alguna actividad de consultoría, trabajando directamente con los productores y/o empresas del sector. Una vez finalizado el Doctorado en la UBA, regresaré a Giles para trabajar en el área, ya que es el lugar donde me gusta vivir.IC: ¿Qué lugar ocupa la docencia en tu vida?J.B.: Soy docente desde hace 8 años en la UNLu: comencé siendo ayudante alumno en el segundo año de la carrera de agronomía en 2 asignaturas de Química, participo tanto en el dictado de clases como en los trabajos prácticos. Es una actividad que me gusta mucho y me siento cómodo haciéndola. Además, desde el año 2013 soy docente de la materia Fertilidad y Fertilizantes de la carrera de agronomía de la UBA.IC: ¿Y cómo ves a los jóvenes que tenés como alumnos?J.B.: Trabajando como docente veo positivo el hecho de que los alumnos, nuestros futuros profesionales, estén bien predispuestos al cambio y a los avances tecnológicos, lo cual me parece muy favorable. Aunque siento que existe una falta de interés por las materias básicas (química, física, metemáticas) que son clave para la ingeniería. Considero que la Universidad no debe enfocarse en aprender a memorizar conocimientos, sino que debe estimular la capacidad de analizar y resolver distintos tipos de situaciones. A mi entender es necesario cambiar el enfoque, priorizando el razonamiento y el pensamiento crítico, para brindar al alumno las herramientas necesarias para su actividad profesional y, además, darle a la carrera una mayor relación con el medio productivo.