El desvío de la RN. 7, hoy Autovía 7 fue un tema que dividió la opinión pública local entre quienes estaban de acuerdo con la resolución de Vialidad y aquellos que ferozmente se oponían. Lo cierto es que más allá de que a fines de 2010 el tema se instaló por completo, el Estado hace años que tiene en carpeta esta obra.En 2011 la municipalidad ya tomó conocimiento de la realización de la obra. La proyección de la Autovía 7 incluía el desvío aunque los tiempos de realización no estaban claros. En aquel entonces el Intendente Luis Ghione realizó una audiencia pública donde se mostró el proyecto discursivamente ya que de planos todavía no se hablaba.Muchos vecinos gilenses se opusieron férreamente al cambio de traza. De hecho varios se organizaron y hasta llegaron a diseñar calcomanías que lucían en los autos con la leyenda “No al desvío”. Los principales motivos eran la complicación que representaría para los comerciantes de la ruta y la posibilidad de una “conurbanización” de San Andrés de Giles. Los opositores al proyecto mencionaban el caso de la vieja RN. 7 de Luján y hasta algunos se animaban a mencionar que algunas familias podían asentarse sobre la nueva traza.
Entre los que le decían “No” al desvío también había divisiones. Un sector impulsaba la posibilidad de que la Autovía pase al ras del suelo, mientras que el otro solicitaba elevarla citando el ejemplo de Moreno y el Acceso Oeste. Estas opciones nunca fueron tenidas en cuenta por Vialidad Nacional.Los años pasaron y la obra que inició Cristina Kirchner y terminó Mauricio Macri llegó a Cucullú, se habilitó en 2016 y generó incógnitas sobre su continuación ya que algunos señalaban que el desvío se realizaría una vez completado el tramo Giles – Carmen de Areco. Esto último no ocurrió, la empresa Valvani SA. montó el obrador hace semanas sobre RP. 41 a la altura de la Sociedad Rural, hoy la obra está en marcha.ExpropiacionesA la par del inicio de la obra un 10% de los vecinos que sufrirán la expropiación de sus lotes no acordaron su salida con el Estado Nacional. Igualmente el Plan de Vialidad es claro: construir en las partes que tienen acuerdo con propietarios, en el resto… esperar. Es decir la obra comenzará pero no se sabe dónde y cuándo terminará aunque el plazo sea de 24 meses.Según pudo averiguar Infociudad la oferta del gobierno es buena. En total aquellos que vendan recibirán 30 mil dólares por la hectárea, una cifra muy competitiva en el mercado actual. Además la negociación está abierta ya que la intención del Estado es no llegar a instancias judiciales.¿Para donde crecer?Si bien el municipio era consciente de la inminente llegada del desvío muy pocas veces se pronunció públicamente. De hecho resulta contradictoria la gestión de una rotonda para el cruce de la RN. 7 y la RP. 41 del Intendente Carlos Puglelli, teniendo en cuenta que desde hace un año el gobierno de Macri insiste que con el desvío no hay rotonda (ver nota a Javier Iguacel Pág. 7).El paradigma que también se presenta ahora es la visión a futuro del crecimiento demográfico de San Andrés de Giles. Acostumbrados a “lotear” del otro lado del arroyo ahora habrá un macizo importante que pasará al casco urbano. Con el paso del tiempo quienes tengan tierras allí seguramente harán el mejor negocio de los últimos años.
Las discusiones sobre el código de planeamiento urbano serán necesarias para “dibujar” una ciudad con otras fronteras. En el 2019 Giles tendrá otra estructura guste a quien le guste.