El 2016 fue prolífico en lo que refiere a las producciones cinematográficas que tuvieron como protagonista a San Andrés de Giles. Infociudad presenta un repaso de las últimas películas rodadas en nuestra localidad, además de las piezas audiovisuales realizadas por profesionales y jóvenes gilenses. El año que culmina resultó atractivo en materia de lanzamientos propios del séptimo arte nacional. Más aún si se pone en consideración que, como hecho novedoso, tres de las propuestas cinematográficas fueron filmadas en paisajes locales.Kóblic fue el primer lanzamiento con impronta gilense. Esta producción estrenada en abril, contó con las actuaciones de Ricardo Darín y Oscar Martínez. Como eje principal de la historia ambientada en 1977, cabe mencionar las peripecias que atraviesa el piloto militar Tomás Kóblic. Él huye de su pasado tormentoso y se refugia en un pueblo de la provincia de Buenos Aires, recreado en Solís. El film, que por momentos coquetea con situaciones de suspenso y acción, se jacta de una gran calidad fílmica y una excelente fotografía.Octubre sorprendió nuevamente con una propuesta que apostó por la escenografía local: El hijo de Dios. La película, filmada en Azcuénaga y dirigida por la dupla Fernández y Girod, se presentó como un novedoso western bíblico-futbolero. La trama transcurre en la localidad de Azcuénaga -o Betania para el film-. Luego de ser encarcelados por autoridades policiales, tres amigos deciden disputar un duelo futbolístico para recuperar su libertad. La aparición mesiánica de un hombre llamado Jesús irrumpe para torcer el destino del partido y del pueblo entero. En cuanto a la elección de Azcuénaga como locación, el director Fernández destacó: “Buscamos un lugar que contara con los elementos arquetípicos del género western: la Iglesia, la comisaría y la estación de tren. Las calles y los campos de alrededores también resultaron espectaculares y muy pintorescos para el rodaje”.Otra de las piezas cinematográficas con tintes gilenses fue Ataúd blanco. Este film de suspenso se estrenó a principios de este mes. El guión se basa en los sucesos que afronta una madre con el fin de rescatar a su hija secuestrada. El personaje interpretado por Julieta Cardinali sufre un accidente y  se ve envuelta en un juego diabólico para intentar salvar a su niña. Gran parte de las escenas del film se rodaron en San Andrés de Giles y el cementerio viejo de nuestra ciudad fue uno de los lugares elegidos.Más allá de estas tres producciones nacionales con guiños locales, resulta importante destacar la película Fuga de la Patagonia, en la que participó el gilense Pablo Ragoni. La historia transcurre en 1879 en lo profundo de la Patagonia y narra una atrapante persecución. El explorador “Perito” Moreno encabeza una expedición cartográfica, es apresado y acusado de espionaje. Luego de ser condenado a muerte, Moreno decide fugarse.  Para salir airoso de la situación, deberá enfrentarse a un territorio regido por la violencia propia del avance de la Campaña del Desierto. En su cuenta de Facebook, el actor local expresó: “Recomiendo no solo la película sino también que la vean en el cine, tiene una fotografía increíble para disfrutar en pantalla grande. Si tienen pensado ir a verla, vayan. Y si no lo tienen pensado, deberían hacerlo. No se van a arrepentir”. El largometraje se estrenó en diciembre y se proyecta en salas porteñas como Espacio INCAA y Artemultiplex.Dentro de las propuestas audiovisuales de este año, también es oportuno citar los bien logrados cortometrajes realizados por jóvenes gilenses, talentosos en potencia. Se trata de Siempre acá, Cartas para Agustín y ADEA es mi casa. La producción de Siempre acá fue encabezada por Juan Cruz Gómez, estudiante de Diseño de Imagen y Sonido. El documental transcurre en un horno de ladrillos ubicado en Cucullú. Respecto a la producción, Juan Cruz reflexionó: “Nos interesó mostrar la belleza fotográfica del lugar. También la idea fue transmitir lo que hablamos con las personas que trabajan en el horno. Les gusta lo que hacen y lo que más disfrutan es la tranquilidad que tienen ahí. Más allá de esto, en general, no quieren este estilo de vida para sus hijos y les resulta difícil darles otras oportunidades”.Por su parte, Cartas para Agustín -producción recientemente finalizada y abordada por la estudiante de Diseño de Imagen y Sonido Josefina Stefani- tiene como escenario el casco urbano local, junto a San Alberto y Azcuénaga. Respecto a la anécdota que se convirtió en el puntapié inicial para la historia, Josefina detalló: “Desde chica iba a visitar a un matrimonio de apellido Longo que vivía en San Alberto. Eran analfabetos, no usaban dinero y subsistían con su propia cosecha y con los animales que tenían. A mí me encantaba ir a verlos porque era un mundo completamente distinto”. Al hacer referencia a la particularidad de este cortometraje, la joven también acotó: “Lo que más me gusta del proyecto es que la película transcurre en Giles, con gente de Giles y en locaciones que todos reconocemos. Es nuestro lugar”.ADEA es mi casa es una producción realizada por el estudiante de Comunicación Audiovisual Gaspar Rolandi. “La idea fue hacer un video para contar de qué se trata ADEA, cuáles son sus objetivos y qué actividades llevan adelante los chicos. Al principio pensé plantear un corto institucional. Pasé por cada uno de los talleres pidiendo testimonios a los docentes sobre qué es ADEA, como ven a los chicos, qué necesita la institución. El primer día de filmación me di cuenta de que había que encararlo de otra manera. La alegría de los chicos, ver cómo disfrutan, la felicidad y el ambiente que se genera ahí adentro es tremendo”, cuenta Gaspar, guiado por su innegable talento y sensibilidad para el detrás de cámara. El cortometraje se encuentra en proceso de edición y se prevé que esté listo en marzo.Que sean muchas más las veces que se escuche “luz, cámara, acción” en nuestro pueblo. Que se demuestre -como este 2016- que aquí sí podemos hacerlo.