IC: ¿Qué es “No hay peor sordo”?GA: Es un programa comunitario que está en Fm Vall 94.7 desde el 2002, solo tuvo una interrupción de un año porque estuve viviendo en la costa con mi familia. Fundamentalmente la temática que aborda es dar a conocer y defender los derechos de las mujeres, de los niños, jóvenes y también rechazar con un “no rotundo” a la violencia en sus manifestaciones cotidianas. No me refiero solamente a la violencia de género, sino también a la violencia institucional. Este es el trabajo que personalmente realizo todos los días y luego lo llevo a la radio en 90 minutos de programa.IC: Entonces podemos decir que “No hay peor sordo” es algo que trasciende a la radio…GA: Totalmente, me han venido a tocar el timbre para pedir acompañamiento, para que le digamos los pasos a seguir cuando aparecen situaciones violentas. Es lo que amo, lo que hago cotidianamente y me ha dado tantísimas satisfacciones.IC: ¿Cómo tomaste la decisión de plasmar tu lucha contra la violencia en un medio de comunicación?GA: En esto tiene mucho que ver Ariel Puyelli, el me invitaba para hacer alguna columna en su programa y me entusiasmó. Cuando vino Ricardo Baldu a dar un seminario de locución en la biblioteca nos anotamos con otros vecinos, algunos para perfeccionarnos y otros para entrar en el tema. Tuve también otra persona muy importante que me encontré en la vida que es Victoria Vanessche que es master en violencia, aprendí muchísimo con ella cuando hacíamos programas radiales juntas.Luego la radio me permitió llegar a otros lugares, me encontré con Ana Marino que tiene su programa “Problemas cotidianos” por Fm Mundo 101.9 y nos propusimos armar un evento en Plaza Saravi, invitamos a las instituciones y dimos la primer jornada sobre violencia en la ciudad. Ese día me sentí muy bien, se nos acercó gente muy valiosa. Recuerdo que  llegó una joven de un barrio que había sido brutalmente golpeada, seis años después me tocó el timbre y me dijo “me enamoré nuevamente y me caso”. Se puede salir de la violencia, no es una enfermedad es un habito, es realmente someter con poder al otro sintiéndolo inferior.IC: ¿Cambio este último tiempo la mirada de la sociedad sobre la violencia de género?GA: Ahora se denuncia más, igualmente hay mujeres que mueren habiendo hecho 70 denuncias, otras que terminan en femicidios porque se avergüenzan de hacerla. Creo que se tiene que trabajar más en red entre la comisaria de la mujer, el hospital, la fiscalía, el juzgado de paz, acción social y ocuparse todos de un caso. Hay que poder prevenir.IC: ¿Crees que también en Giles se falla con la prevención?GA: Sí, creo en eso y fehacientemente en el trabajo social, en la concientización que uno puede hacer hacia las mujeres. Tenemos que tener en cuenta que hay un circulo de la violencia, que es de a dos y siempre la mujer puede cortar a tiempo, a veces cuando la violencia comienza a extenderse hacia sus hijos ahí es cuando toma conciencia, pero como el hombre después de los golpes promete que eso nunca más va a suceder se entra en lo que se llama “luna de miel”. Pero el circulo continua hasta empezar con las discusiones, a veces no hay golpes físicos pero si violencia emocional o psicológica. El hombre siente una posesión, cuando el amor en verdad es “sí” el estar juntos, pero “no” a perder la individualidad.Tiene que haber un trabajo efectivo en todos los barrios diariamente y en las localidades. Una vez lamentablemente escuché decir a una concejal que había sido directora de acción social que “la violencia estaba de moda”, escuchar eso es sentir que el otro ocupa un cargo de funcionario con grandes responsabilidades y no tiene la sensibilidad para ver el dolor del otro.IC: ¿Cómo llega el programa a la nominación del Faro de oro en Mar del Plata?GA: Hace ocho años que enviamos las grabaciones al jurado, en los tres primeros quedé nominada luego de pasar un filtro de 60 programas. Luego el cuarto, quinto y sexto año gané al premio, el pasado no lo pude obtener y gracias a dios este año subí muy feliz y contenta a recibirlo.  El reconocimiento es una de las cosas que a mí me gusta brindar y a mí me gusta que me brinden, creo que todo ser humano necesita del estímulo.IC: ¿Además del premio en sí qué cosas te traes de las ediciones del Faro?GA: Amistades. Conoces gente desde el norte hasta el sur, había gente de todos lados. El Faro de oro es una asociación civil que va creciendo con el tiempo, comenzaron a asistir pocos medios y hoy los que se presentan son de todo el país. Este año me toco competir con una radio de Hurlingam y una de Mar de Ajo.IC: ¿Te imaginas mucho tiempo más haciendo “No hay peor sordo”?GA: No sé si precisamente éste programa, porque para mi futuro pienso vivir en Aguas Verdes donde hay una radio comunitaria, haciendo artesanías, escribiendo poesías; no tengo porque aburrirme. El principal motivo de esta idea es que amo el mar. Por suerte me rodean muchos afectos, muy buenos amigos de diferentes edades, me gusta la vida con mis amigos de fierro.