Viernes 7 de octubre. La delegación gilense que participó en la edición 2016 de los Juegos Bonaerenses en Mar del Plata arriba a la ciudad.Sábado 8 de octubre. Thiago Gualtieri (14), vuelve e emprender viaje. Esta vez rumbo a Capital Federal para ser jugador “federado” de tenis de mesa en silla de ruedas.La cronología lo define de pies a cabeza. Los Juegos pasaron pero la estela quedó para el joven gilense que se destacó con la paleta en la mano. El cuarto puesto obtenido fue vital para dar el salto a un mundo por descubrir: la alta competencia en la disciplina.Thiago tiene un don cuando de deportes se trata, con sólo un mes de preparación logró cumplir un gran papel entre competidores con años de entrenamiento y competencias profesionales. El gilense se anotó en la disciplina para conocerla un poco más atraído por su jugabilidad. Luego de enterarse que su clasificación era directa a la ciudad balnearia comenzó a entrenar en el Club Victoria con Carlos Jardinez, un amigo de los pasillos del Colegio Nacional al cual asiste.En “La Feliz” las cosas comenzaron complicadas. El saque que utilizaba el gilense no estaba permitido por la reglamentación del torneo. Aunque algunos pidieron su desclasificación al joven le dieron dos intentos. Cuando comprendió la técnica las cosas comenzaron a tomar color. En el debut le ganó al representante de Quilmes en un disputado encuentro, luego perdió con un rival de Junín. Los resultados obtenidos colocaron a Thiago ante otro complicado reto: jugarse la clasificación a semifinales contra el último campeón. Pero otra vez a fuerza de coraje y buen juego dio la nota. Con un contundente 3 / 0 despachó al morenense. El primer día de competencia pasó con grandes emociones.La noticia llegó a Giles y se fue replicando en las redes sociales. Sus compañeros de entrenamiento enviaban fuerzas desde la ciudad sabiendo que nuestra esperanza en tenis de mesa estaba atravesando un gran momento. La etapa final lo puso con tres jugadores federados, es decir, jóvenes que entrenan periódicamente en centros especializados. A pesar de eso llegó a jugar el encuentro por la medalla de bronce donde cayó ante un jugador de Rojas, tras un parejo 3 / 2. La travesía en los Bonaerenses llegaba a su fin, a pesar que para nuestro talento la aventura recién estaba comenzando.Thiago que padece Mielomeningocele, una enfermedad que afecta gravemente su columna vertebral, no tiene techo. Su discapacidad no le impidió ser un deportista de raza, practica equitación, natación, atletismo, tenis, esgrima y básquet. De hecho compitió como nadador en los Bonaerenses del 2015. Él mismo se define como un apasionado por los deportes, en sus planes está ser periodista deportivo. Su carrera en el popular ping pong comenzó casi de casualidad “Me anoté en los Juegos casi sin jugarlo. Como no había rivales en la región pase directamente a Mar del Plata, entonces empecé a entrenarme en el Club Victoria con Carlitos” contó la joven promesa a Infociudad.Con el apoyo total de la delegación gilense disputó cada uno de los encuentros en el Club Teléfonos de “La feliz”. Allí se midió con grandes rivales de larga trayectoria “En Mar del Plata el nivel era muy competitivo porque la mayoría venía entrenando hace mucho tiempo” destacó Thiago sobre sus competidores. La experiencia además le permitió cruzarse con deportistas de elite, como la reciente campeona olímpica en Judo “Peque” Paretto, el doble medallista paralímpico Hernán Barreto y Facundo Crismanich taekwondito campeón olímpico en 2012 y uno de sus ídolos “Cuando lo vi me tire de cabeza para saludarlo” relató el gilense.Desde Giles Carlos Jardinez siguió el minuto a minuto. De esto da fe Thiago destacando que “fue el que me llenó de whatsapp todos los días para saber cómo iba”. Dos o tres veces por semana se encuentran en el club para sumar minutos de práctica “Yo soy un aficionado de este deporte. No soy un entrenador, con Thiago generamos un lindo vínculo. Ahora por más que entrene en la federación nosotros seguimos paleteando” destaca Carlos sobre su relación con Gualtieri. Su coach y amigo además es quien mejor aprecia su crecimiento en la materia “Desde que empezó a estos días tuvo una evolución increíble. El progreso se nota” sentenció.El futuro de Thiago ahora se centra en el trabajo que realiza en la Federación Argentina de Tenis de Mesa Adaptado (FATEMA) donde concurre tres veces por semana. Allí entrena durante tres horas con profesionales pensando en competir prontamente como jugador federado. El impulso de los Bonaerenses pusieron en el camino del joven un nuevo desafío. Hoy los entrenadores estimulan su golpe fuerte (el revés) mientras potencia los demás para perfeccionar su estilo.La personalidad de este gran deportista que tiene Giles hace que nada parezca imposible. Karen Tuzzio, su mamá, está acostumbrada a estas demostraciones de carácter “Él tiene algo que le permite cumplir todos los objetivos” sentencia emocionada mientras presencia una de sus prácticas en el Victoria. “Si yo hubiese estado en el lugar de él me hubiese frustrado. Pero Thiago terminó con todas las fuerzas para ir por más. Es admirable verlo como se supera” cuenta la madre del tenista sobre la disparidad que había en el torneo al enfrentar a jugadores aficionados contra profesionales.La lesión que padece Gualtieri es grave, para no dejar de caminar con andador viaja una vez por año a Cuba donde durante un mes y medio entrena ocho horas diarias. Los médicos especialistas en Mielomeningocele destacan el caso del gilense como uno excepcional. Su particular historia demuestra que con pasión y esfuerzo las metas se pueden alcanzar. Siempre y cuando tengamos en claro, como Thiago, que rendirse no es una opción válida a la hora de ir por nuestros sueños. Ojo que si hablamos de “sueños” el joven del ping pong ya tiene uno: jugar un campeonato sudamericano. Y si lo piensa Thiago… es posible.