Las tardes frescas de invierno no son impedimento para que los chicos de la murga “Los Intensos del Barrio Villa Manchi” se den cita en la plaza del barrio homónimo. Y este sábado no es la excepción para el encuentro. Con mates que se comparten en ronda, nos disponemos a conversar acerca del espíritu que los reúne, de lo que la murga representa para ellos.“El 10 de marzo de 2012 empezó todo para la murga. El objetivo principal siempre fue preservar la identidad barrial. Acompañamos el resurgir del Club Villa Manchi, pedimos un espacio en la cantina de la calle Sarmiento y así fuimos conformando el espacio”, cuenta Mariano Cirilo, integrante de la murga “Los Intensos del Barrio Villa Manchi”.Entre las primeras actividades que se llevaron a cabo, Cirilo recuerda una jornada en la plaza Rawson o “Coco Orlando”: “nos pusimos lo que teníamos de color verde y blanco, que es lo que identifica al barrio, y salimos como murga. A partir de eso, empezamos a proyectarnos. Si bien no teníamos un formato armado, sí teníamos ganas de construirlo. Así es como surgió la idea de hacer un corso. Los chicos se engancharon enseguida y al poco tiempo de haber iniciado la murga organizamos el primer evento”. Martín Valli, quien también forma parte de “Los Intensos”, agrega: “desde febrero de 2013 y hasta la fecha, ya se organizaron cuatro corsos en el barrio. A su vez, lo bueno que generamos son los intercambios murgueros. Son espacios donde podemos conocer cómo son las murgas de otros lugares”. En cuanto a esto, Mariano no duda en decir que uno de los resultados de hacer un corso son las buenas relaciones que se establecen con los chicos del oeste: Moreno, Paso del Rey, Francisco Álvarez y General Rodríguez, por citar algunas ciudades. “Lo interesante es que los intercambios no son talleres donde se enseña la murga, sino que es un espacio donde podemos ver cómo se plantean las murgas en los diferentes barrios y nosotros mostrar la nuestra. Uno de los encuentros se hizo en el entonces Centro Educativo Complementario y fue una movida muy interesante, con murgas invitadas de toda la zona”.Al momento de mencionar otras de las actividades que llevan adelante como grupo, Paola Valenza –mamá de uno de los nenes del barrio y habitué de los encuentros de la murga-, señala: “desde que empezamos se hicieron campamentos para los chicos, también se dictaron talleres de percusión, clases de quichua, apoyo escolar y teatro”. A estas propuestas también se agregan el espacio de fútbol que funciona desde hace cuatro años -y donde lo que se propone a los chicos es el simple hecho de “jugar por jugar”, en el lugar que cede el club Villa Manchi- y el actual taller de fotografía. Tal como destacan Martín y Mariano, el equipo intenta generar otras actividades más allá de la murga en sí. El fin es escuchar las necesidades de quienes asisten a los encuentros, hacer un diagnóstico y responder a eso. Como resalta Cirilo, “la murga tiene un par de brazos más, no es sólo tocar y bailar”.
A medida que vamos avanzando en la charla, resulta claro que este espacio representa mucho más que una simple murga. El grupo se autogestiona. Es una construcción colectiva y horizontal en la que se decide todo entre todos y donde nadie es imprescindible. Si bien las propuestas pueden tardar más en concretarse, tienen más valor en sí mismas. Estas son algunas de las reflexiones compartidas por Daniela Dubois y Eliana “Elita” Acevedo, dos integrantes de “Los Intensos”. Otro de los aspectos que recalcan las jóvenes refiere a la importancia de llevar adelante y disfrutar una actividad como esta en un espacio público. “Existe una tendencia a limitar el uso de los espacios públicos y creo que nosotros todavía tenemos tiempo para valorarlo y usarlo. Hoy en día, gran parte de los chicos pasa mucho tiempo adentro de sus casas, entonces lo que buscamos es incentivar y valorar el hecho de salir a la calle, encontrarnos en la esquina, compartir el momento”, remarca Daniela. Pablo Bruno, uno de los jóvenes del barrio que frecuenta la murga, no duda en decir: “se ve el espíritu de buena onda que le dan los chicos. Este es un espacio donde podés hacer lo que más te gusta: bailar, tocar, divertirte con tus amigos, estar en este barrio que tiene tanta historia, y no distraerte con cosas malas”.Resulta claro que muchas son las historias y los momentos compartidos que conforman la identidad de este grupo: “somos una murga que vino a Giles a hacer algo distinto. Este espacio es de todos, se vive así y se valora muchísimo”, cierra Mariano.Alguna vez se escribió: “dicen que la murga es un bombo y un redoblante, pero la murga es viento de voces que te impulsa hacia adelante”. “Los Intensos” son un fiel reflejo de esto: un gran equipo colaborativo en donde el espíritu de barrio resurge con alegría murguera.