En el deporte profesional, de alto rendimiento, hoy en día no se deja ningún detalle librado al azar. Se trata de sacarles la mayor ventaja posible a todas las herramientas que el mundo globalizado en el que vivimos nos ofrece. El fútbol no es una excepción a esta regla. Y un gilense, casi como quien no quiere la cosa, se transformó de un día para el otro en el pionero en el trabajo con el GPS en los equipos de fútbol profesional de la Argentina. Se trata de Marcos Ciappina quien desde el año 2010, luego de trabajarlo y probarlo en el hockey y en caballos de polo, trabaja en clubes de fútbol con los GPS, que básicamente son sistemas portátiles que permiten monitorear el rendimiento de los jugadores. Infociudad tuvo la posibilidad de entrevistar al profesor de educación física gilense y conocer cómo funciona esta tecnología, de dónde le surgió la idea y también algunas de sus experiencias en clubes grandes de la elite del fútbol argentino.IC: ¿Cómo te enteraste de la existencia de esta tecnología?MC: Yo estaba trabajando como colaborador en el seleccionado femenino y me llamó la atención como preparador físico (PF), siempre interesado en el rendimiento del deportista, una noticia que venía de Australia: que había un dispositivo que medía el esfuerzo que estaban haciendo los jugadores en situación real, jugando. Fue en 2005/06, pero para nosotros en ese momento era algo inalcanzable. Hasta que un profe trajo uno para el hockey, empecé a charlar con él para saber cuáles eran las virtudes del aparato y ahorré peso tras peso hasta que me pude comprar 3 GPS.IC: ¿En qué consiste el trabajo del GPS?MC: Lo que hace es medir desde distancias y velocidades, hasta cargas musculares. A su vez, a esa distancia la podes separar en distintos parámetros de velocidades. Sirve para tener datos reales del juego que antes no los podías interpretar de ninguna manera. Con el GPS se puede deducir claramente qué es lo que pasa con cada posición y con cada jugador.IC: ¿Y cómo entraste en el mundo del fútbol?MC: Entrar en el mundo del fútbol lo veía como algo muy lejano, casi inalcanzable. En 2010 me contacté con Alejandro Kohan, un PF muy reconocido que en ese momento estaba trabajando con Hugo Tocalli en Quilmes, y le conté que tenía esta tecnología. Al poquito tiempo los echaron. En el 2011, Kohan junto con Ariel Holan agarraron la Sexta de Argentinos, entonces empecé a medir entrenamientos y algún amistoso ahí. En junio del 2011 desciende River, Almeyda pasa a ser DT y los lleva como profes. Y de un día para el otro, sin pensarlo, tuve la posibilidad de estar trabajando en la Primera de River.IC: ¿Qué tipo de información te piden los técnicos de los jugadores y ellos de sí mismo?MC: El DT quiere saber cuáles son los jugadores con mejores cualidades para hacer lo que él pretende. Hay algunos jugadores a los que no les importa nada y otros que sí están interesados. Lo que más preguntan es la distancia total recorrida, cuántos kilómetros corrieron. Pero a partir de ahí, con el estudio que hacemos, empezamos a darnos cuenta las diferencias que hay, tanto por las características del jugador como también por las de la posición que ocupa. Los 2 centrales, por ejemplo, son distintos a los laterales; los mediocampistas son los que más corren pero a una velocidad moderada; los wines tienen ciertas características; y, si se juega con dos delanteros, tienen otras. A cada jugador le tenemos que resaltar las suyas en función de la posición en la que juegan.IC: ¿Estás de acuerdo con la utilización de esta tecnología o crees que se puede perder esa espontaneidad que caracteriza al fútbol?MC: Sí, porque justamente es una tecnología que acompaña todo esto. Hay otras que pueden llegar a ir en detrimento del juego. Creo que es mucho más lo mediático que hay en contra de lo tecnológico en el fútbol y que hay muchas cosas que podrían beneficiarlo. Antes si había 2 hs. de entrenamiento, una era de físico y la otra técnica. Hoy se está entrenando mucho más en el juego, en lo táctico, en lo estratégico y en lo técnico.Las pretemporadas, desde que yo estoy en el fútbol y veo entrenamientos todos los días, son mucho más con pelota. En Racing, es el 90% con pelota. Se potencia todo lo de la espontaneidad del fútbol y se desarrolla el sentido mas creativo del jugador.IC: ¿Cómo es trabajar en clubes grandes, en el día a día, y con jugadores profesionales?MC: Yo tenía una visión de espectador muy distinta a la que actualmente tengo con respecto a los futbolistas. Por ahí hay más glamour que en el hockey y los jugadores son mucho más mediáticos y herméticos. Pero, una vez que estás adentro, son iguales que todo el mundo, inclusive me encontré con grandes personas, como por ejemplo en River con David Trezeguet (campeón del mundo con Francia en 1998), Cavenaghi, Ponzio y el Chori Domínguez.IC: ¿Qué jugadores te llamaron la atención en los clubes donde trabajaste?MC: En River, Trezeguet, tenía una calidad técnica y táctica increíble. En Banfield me llamó mucho la atención Walter Erviti, un estratega impresionante. Y en Racing, Diego Milito. Hay grandes jugadores.La experiencia en River“Soy hincha de River y fue una experiencia excelente pero, a la vez, rara” asegura Marcos. “Tuvo muchos matices: el ser hincha, haber descendido, estar trabajando con uno de los referentes del fútbol nacional y de River como es Almeyda. Cuando me dijeron de ir a trabajar y participar del cuerpo técnico (CT), me acordaba de él besándose la camiseta, saliendo de la cancha de Boca. Lo veía como hincha y, de un día para el otro, era un par, un compañero de trabajo. Fue extraordinario”, recuerda el fanático del Millonario.Ciappina vivió desde adentro el peor año de la historia de River y no olvida la presión que eso significó: “Toda la experiencia en la B fue día tras día una situación de examen permanente. Por ahí en mi rol no se sintió demasiado, pero al convivir con el CT, que tenían que tomar decisiones importantes, sí se sentía la presión. Había una cuestión dirigencial, de que el club tenía que estar en Primera, y de los hinchas, que hacía que se sienta”.
En River formó parte del CT encabezado por Matías Almeyda.
Trabajando en Banfield.
Actualmente en Racing, observando los trabajos de los jugadores con los GPS.