El sábado por la tarde el Club Social y Deportivo El Frontón recordó a uno de sus grandes emblemas: José “Tito” Crosetti. La comisión directiva decidió homenajearlo con una placa en la oficina administrativa de la institución a 10 años de su fallecimiento.El recordado Tito es sin dudas el corazón azulgrana que sigue latiendo en cada rincón del club. A fines de la década del 90 cumplió un papel protagónico cuando en asamblea se decidió vender la antigua sede social de la calle 9 de Julio para adquirir el predio modelo que hoy tiene Frontón.Durante el acto protocolar Ariel Segurola leyó una carta dirigida a “Tito”, repasando sus imborrables momentos dentro de la institución y contándole cual es el presente que atraviesan. Entre sus líneas destacó el legado que Crosetti les dejó “Si no se sueña, no se crece. Y esa es la lección que con vos aprendimos, y desde hace diez años asumimos el compromiso de no defraudar al profe. Sabemos que desde donde estés, nos estás vigilando, nos estás marcando el camino, y gracias a Dios las cosas han salido bastante bien”.Tras la bendición de la placa por parte del cura Párroco Hernán López, Marcelo “Chelo” Crosetti agradeció el acto en homenaje a su padre y entre lágrimas recordó aquella noche de jueves cuando en asamblea se tomó la decisión más importante de la historia del club “El viejo soñó esto, como dijo Ariel en su carta, contra viento y marea en la sede trató de convencer a todos que no había que tenerle miedo a los cambios. El visionario del viejo ya sabía lo que iba a pasar más adelante”.Además de marcar el camino “Tito” plantó semillas que las comisiones directivas, socios y deportistas del club fueron regando con el tiempo y hoy se ven florecer. También dejó una generación que siente y vive el club de una manera especial: sus hijos y nietos son una fija dentro del predio, acariciando una pelota con esa calidad hereditaria o colaborando en los eventos que Frontón realiza para que los sueños frontoneros se transformen en realidad.