El viernes al mediodía algunas nubes amenazaban con opacar el día, pero durante la tarde el clima se volvió templado y permitió que estar al aire libre, en la plaza San Martin, se disfrutara. Quizás no era únicamente el clima, sino que la causa invitaba a reunirnos y encontrarnos bajo un solo grito: “Ni una menos, vivas nos queremos”.La organización de la marcha, que se realizó en más de 200 ciudades de todo el país,  estuvo en manos de Mala Junta (agrupación de Patria Grande) y Revueltxs. Alrededor de las 16 empezó la radio abierta. Alzaron su voz víctimas de violencia de género, representantes de organizaciones sociales y cualquiera que tuviera un mensaje valioso sobre la fecha, que desde el año pasado reclama que se terminen los femicidios que cada 30 horas se lleva una mujer sólo por ser mujer.La jornada constó de actividades culturales y reflexivas. Estuvieron presentes el Ballet de Danzas Folklóricas “San Andrés” enseñando unos pasos de zarandeo a los que se encontraban, y Ceferino y Patricia Gallo, quienes llenaron de tango la tarde. Desde el micrófono se escucharon varias voces pidiendo compromiso por la lucha contra el machismo durante todo el año, no solamente un día de los 364 restantes.Milagros Funes, representante de Mala Junta, explica que uno de los principales pedidos que se le hacen al Estado es que se implemente la ley N° 26.485 de violencia de género y “la concientización de que la violencia es social y no individual”. A nivel local proponen desde Patria Grande el proyecto de La Casa de la Mujer, un espacio integral donde se contenga a las víctimas, se trabaje en la prevención y participen todas las personas que se interesen en la problemática. “La idea es presentarlo a la comunidad y juntar firmas durante estas semanas, luego pediremos la banca 15 del Honorable Concejo Deliberante y pelearemos por la implementación”. Las estadísticas revelan que 4 de cada 10 mujeres que sufren violencia conviven con su agresor.Muchas de las palabras escuchadas desde los parlantes reafirmaban que la clave para frenar la violencia machista es la educación en igualdad de género a los niños, desde el amor, el respeto y el trato igualitario. Según Trinidad Ruiz, integrante de Revueltxs, hay que dejar de criar niñas para que pongan la mesa y ayuden a colgar la ropa mientras el nene no lo hace. “Desde ese lugar le originas violencia también al nene, el mensaje es: no hagas nada ahora porque el día de mañana vas a tener que mantener a una familia, es peso muy fuerte, porque ese varón tiene que conseguir un trabajo y tiene que ser suficiente para mantener todo un hogar.”Según Trinidad, existe mucha desestimación hacia la mujer al ponerla en el lugar de la que no puede y no debe. “Hay que tratar de empoderar a la mujer desde el sí se puede”, explica. Es una cuestión de “vestirse como le gusta, trabajar en lo que le gusta, elegir cuando se quiere ser madre y que no sea una imposición”. También menciona que se sufre mucha violencia laboral porque existe una violencia institucional que está encubierta a través de normas. “Deberíamos empezar a trabajar a nivel local y nacional, no es justo que todavía se siga hablando de cupos para la mujer en lugar de estar en condiciones de igualdad”. Para Trinidad aún existe la “imposibilidad de concebir a la mujer igual de productiva que un hombre. Está instalada la idea de que por ser mujeres se nos paga un salario menor, que somos mano de obra barata, y que no vamos a poder trabajar los 365 días del año porque en algún momento vamos a querer ser madres”.Sin embargo, está segura que hoy existe otro paradigma: “la mujer aporta tanto como el hombre en una casa y a veces hasta es la única”. Ella cree que políticas integrales deberían trabajar desde todos los espacios, no sólo el educativo, para que se enseñe cuáles son los roles del hombre y la mujer pero en condiciones de igualdad: “se debe reeducar en todos los sentidos desde la igualdad, por ejemplo, sobre la maternidad y la paternidad. ¿Por qué un padre no puede tomarse días por paternidad en el trabajo y la mujer si?”.German Pontiroli, vecino de nuestra ciudad, rompe con el prejuicio de que el reclamo es únicamente de mujeres. Desde su experiencia, poder descubrir el significado de la palabra patriarcado lo hizo mirar las cosas desde un ángulo diferente. “Cuando digo patriarcado me refiero a esa institución milenaria que genera una relación vertical, una situación de poder y sumisión”. Para él esta figura es totalmente contra natura y forzada. Además afirma que “el patriarcado es el padre de muchísimos de los males que tenemos hoy como sociedad”Según él “esa estructura que es familiar también es social a nivel masiva, desde los Estados, la monarquía y el feudalismo”. Para German esta forma de organizarse genera conflictos permanentes porque “minimiza al otro, lo pone en un plano de ser inferior y al igual que las religiones, tiene una figura de padre al que le debemos todo”. Además, afirma que así se provocan situaciones  terribles “que derivan de un monstruo más grande. En lo cotidiano lo que se ve es una mujer golpeada y maltratada, pero en realidad es parte de todo lo mismo”.Entre las tantas personas que estaban había niños que corrían y jugaban en el centro de la plaza. De sorpresa una nena me entrego un alfiler con una cinta violeta, color que representa al Ni Una Menos. Esta entrega gritó, una vez más, que la lucha por la igualdad de género no termina, sino que recién empieza, por ella, por nosotras y por todos.