Actualmente Argentina está atravesando una serie de cambios profundos. Para el oficialismo se llama “sinceramiento”, para la oposición “ajuste”. Entre las medidas que más impactaron en la economía está la eliminación del cepo al dólar en diciembre, la quita de subsidios de servicios como la luz y el gas, el aumento de productos y combustibles, y el incremento del transporte público y peajes.El debate en la actualidad está en el empleo. El gobierno explica que las cifras siguen estables. Sin embargo desde la oposición se propone la Ley Antidespidos, el 29 de abril el movimiento sindical organizado convocó una multitudinaria movilización reclamando por los despidos, la inflación y el impuesto a las ganancias. Frente a la masiva manifestación de los distintos gremios, Marcos Peña, Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, tranquilizó y pidió paciencia, ya que la situación “va a tender a normalizarse en el segundo semestre del año”Detrás de todas estas discusiones a nivel nacional: ¿Qué está sucediendo a nivel local? ¿Cómo afectan los aumentos y la quita del subsidio a los comercios de San Andrés de Giles? Infociudad visitó negocios de diferentes rubros de nuestra ciudad para consultar su panorama actual. La mayoría de los comerciantes a quienes les pedimos la palabra no quisieron dar su nombre, omitiremos esos datos.En el rubro indumentaria visitamos uno de los lugares con más clientes de nuestra ciudad. No obstante, la comerciante explicó que “está más duro que el año pasado, se nota la recesión, después del 20 o 22 ya no hay plata”. Detalló que vende menos que antes y se redujo la cantidad de personas que pagan al contado, son más los clientes que abren una cuenta o usan tarjetas. “Entre el 5 y el 12 anda bien, pero ya después empieza a aflojar”, aclaró.Daniel, remisero local afirmó que “a nosotros en particular no nos bajó el laburo, seguimos teniendo viajes, pero vemos que con el aumento del kilómetro a la gente le cuesta un poco más”. No obstante, también confirmó que “ahora le sacamos menos réditos al viaje, la suba de nuestra tarifa se quedó atrás”. Una de sus ventajas es que la empresa donde trabaja tienen todos sus autos a gas y durante los recorridos a larga distancia los peajes los paga el cliente. En la charla aceptó que la actualidad le preocupa: “para mí se vienen tiempos difíciles, la gente se va a cuidar más”. Define a su trabajo como un lujo en algunos casos y una necesidad para otros. Según él, “algunos van a ajustar con sus gastos y seguro nos dejan afuera”. “Si no hacen algo para frenar los aumentos, la vamos a tener complicada. Para comer necesitamos trabajar”, concluyó el conductor.Por su parte, la carnicería céntrica que consultamos comenzó explicando que “afectar nos afectó como a todos”. En cuanto a sus ventas calcula que bajaron aproximadamente un 30% comparado al año pasado, antes de las fiestas. Su rubro no puede escaparle a los grandes gastos de luz debido a la refrigeración necesaria. “Se nota mucho el aumento, era algo que se esperaba, acá vino el 70% más de lo que estábamos pagando”, afirmó. También contó que en la actualidad la cantidad de carne que están bajando es menor. Los distribuidores también le comentaron que no están vendiendo igual que antes.