En lo que concierne a prácticas ambientales, el concepto de economía circular está cobrando cada vez más peso. La clave reside en desterrar el “úselo y tírelo” y rescatar la cultura del reciclaje. En relación a este tema, Infociudad conversó con la joven gilense Ayelén Jonte, Ingeniera Ambiental (UCA), acerca de su proyecto de tesis asociado a la industria local y de los desafíos que restan afrontar en cuestiones ambientales.
Ayelén, empleada en AESA Buenos Aires – Grupo Veolia (empresa líder destinada al tratamiento de residuos en Capital Federal) está finalizando su tesis entorno a la generación de biogás a partir de una granja gilense de gallinas. El fin es crear combustible apto para calefacción y producción de energía eléctrica a través del uso del guano de las gallinas. “Este es un claro ejemplo de una generación cero de residuos en la producción de huevos. Permite reducir costos y, a la vez, proteger el medio ambiente”, destaca la profesional. Tal como remarca Jonte, si bien el guano es material orgánico que se puede utilizar como abono o fertilizante, tiene alto contenido de nitrógeno y, al mezclarse con la lluvia, penetra y contamina las napas.
La Ingeniera resalta que este procedimiento es muy factible de implementar en otros rubros. “El uso de biodigestores de desechos orgánicos es cada vez más común. Con una vaca fácilmente podés generar gas equivalente a una garrafa. En San Antonio de Areco instalaron unos silobolsas para transformar desechos en energía. Es un proceso eficiente y que con una inversión chica te permite ahorrar”, acota la profesional, que en mayo próximo viajará a Francia para asistir a una beca de perfeccionamiento.
En relación a la generación de basura en nuestra sociedad, Ayelén comenta que en Argentina el 50% de los residuos son orgánicos, es decir que se pueden convertir en abono. Otra gran proporción es reciclable (cartón, papel, madera, aluminio, plástico), por lo que se puede reutilizar. En definitiva, una pequeña porción de los residuos constituyen basura inutilizable. Para alcanzar estos niveles de eficiencia en la gestión ambiental es necesario que exista un mayor compromiso ciudadano, acompañado por políticas públicas que respalden la concientización.Sin bolsa, por favorEn lo que atañe a concientización ambiental local, resulta meritorio citar la iniciativa de alumnos y profesores del Colegio Sagrada Familia entorno a reducir el uso de bolsas plásticas. Producto del proyecto elaborado en 2015, se sancionó una ordenanza que restringe la distribución de bolsas plásticas gratuitas en los comercios y promueve la utilización de eco-bolsas. Tal como destaca la Ingeniera Ambiental Ayelén Jonte, “es necesario que estas propuestas estén acompañadas por el incentivo de la cultura del reciclaje y trabajar sobre la resistencia al cambio del grueso ciudadano que aún no pone en práctica la costumbre de la reutilización”.