En el marco del Día Mundial de la Tierra que será el 22 de abril, la Reserva Urbana Natural de San Andrés de Giles avanza hacia un importante momento: la elección de su nombre propio. La comisión a cargo del espacio —que fue creado hace algunos años para proteger el ecosistema del arroyo Giles— lanzará una votación popular del 22 al 30 de abril con tres opciones:

1. “Reserva La Chavela”: en honor a la antigua estancia que ocupaba esos terrenos.
2. “Reserva El Chilcal”: por los arbustos típicos de la zona.
3. “Reserva Natural Las Dos Cañadas”: referencia a los dos cursos de agua que confluyen en el arroyo.

Los vecinos podrán votar de forma virtual (a través de redes sociales) o presencial, en urnas ubicadas en la Municipalidad, el Honorable Concejo Deliberante, el Complejo Museográfico y la Dirección de Ambiente.

“Un momento muy lindo” para la Reserva

Infociudad habló con Tomás Torres, integrante de la comisión y estudiante de Agronomía (UNLu), quien detalló el estado actual del área protegida: “Ahora ya la reserva se encuentra recuperada del corte de pasto que recibió en su momento. Al ser un pastizal natural, una de sus características es el poder de resiliencia, de recuperarse rápidamente. Sumado a que no hay animales, no hay caballos… En cuanto a lo natural, se encuentra en un momento muy lindo: hay muchas plantas que están en flor, es la última floración de la estación. Las lluvias del verano y estas del otoño dieron vida al lugar; el arroyo tiene un poco de agua, así que también hay vida acuática”, describió.

Plan de manejo y avances

Tomás explicó que la comisión —integrada por vecinos y autoridades municipales— trabaja en un plan de manejo para regular las actividades en la reserva: “Todo espacio conservado tiene que tener un documento donde se declare su importancia y se regulen las decisiones. Cada miembro se dividió una parte: yo aporto en diversidad vegetal, otros en historia o aspectos sociales. La idea es sumar investigaciones de profesionales para complementarlo”.

Entre las novedades, destacó el nuevo sendero de hormigón que parte desde la Plaza Santiago del Estero y atraviesa la reserva hasta el arroyo: “Falta el puente que lo cruce, esa es la etapa pendiente”.

Un legado que empieza con un nombre

La elección del nombre no solo honrará el Día de la Tierra, sino que consolida la identidad de este pulmón verde. Sobre su activa participación en la Reserva, Tomás reflexiona: “Ante todo soy un vecino del barrio que está al lado de la reserva, pasé mi niñez y adolescencia en ese lugar, por eso quiero, deseo y necesito aportar en el cuidado de la reserva”

En un mundo donde el avance urbano amenaza con borrar los últimos rastros de naturaleza autóctona, la Reserva Urbana Natural de San Andrés de Giles se convierte en un puente entre el pasado rural y el futuro sostenible. Este espacio no solo protege flora y fauna nativas —como los chilcas que dan nombre a una de las opciones—, sino que también preserva la memoria de un pueblo que creció junto al arroyo, bajo el ritmo lento de las estaciones y el murmullo del agua.