Faltan algunos kilómetros para llegar a la pista de aterrizaje, pero no se atisba una pista de aterrizaje por ningún lado. Lo único que se puede observar son las montañas verdes que se replican a lo largo de las frontera de Francia y España hasta el final de la línea del horizonte. En un segundo, en el medio de ese océano de rocas, se vilusmbra el aeropuerto de Andorra y la nave empieza a descender.
Dentro del avión está el gilense Guido Mosca. Si bien preparó el viaje durante meses, llega a Europa solo con algunos euros, un poco de ropa y su pasaporte. No tiene trabajo ni hospedaje.
“El 50% de los latinos que vienen (un 80% de esos latinos son argentinos) vienen sin trabajo y el otro 50 ya viene con un precontrato porque algún familiar o amigo le consiguió empleo porque ya está acá contratado“, precisa ante Infociudad.
Es tal la demanda laboral de Andorra, que conseguir un trabajo es una tarea muy sencilla. Mosca, por ejemplo, apenas llegó fue contratado como parrillero en un restaurant francés.
Más allá de que en Argentina hacia asados y sabía asar, acá tuve que aprender de cero porque al ser un restaurante frances comen la carne en 4 puntos diferentes – explica – Blue, que es la carne un 99% cruda; Signant, 80% cruda; A point, un 60% cocida; Bien cuit, sería jugoso como lo conoce el argentino.
El principal desafío en esa zona de los pirineos es poder alquilar. En este sentido, Mosca sostiene: “conseguir un alquiler por cuenta propia en temporada de invierno es casi imposible y si conseguis, lo conseguis a precios exorbitantes. Por eso es que la mayoría de los trabajos tienen sus propios alquileres y ellos mismos te proporcionan el hospedaje a muy bajo costo“.
Y agrega: “Alquilar por tu cuenta te puede representar el 100% de tu sueldo o más y cuando te lo proporcionan puede ser en muchos caso el 5% o menos de tu sueldo“.
Más allá de esta situación, Andorra se ha transformado en un destino muy atractivo para jóvenes de todo el planeta, pero principalmente argentinos. “Acá, literalmente es Argendorra” – bromea el joven gilense- “Donde caminás hay argentinos. En mi trabajo somos casi 50 empleados ,y de esos, alredor de 35 son de nuestro país“.
Y concluye: “quien tenga ganas de emigrar para Andorra puede hablarme por cualquier red social, le saco las dudas que tenga y lo ayudo en lo que pueda. Acá por suerte se ve mucho eso, de que todos nos ayudamos entre todos. Y que nadie te va dejar en banda si necesitas una mano. Entiendo que es difícil a veces emigrar, pero la verdad es que a la distancia me siento muy en Giles, acompañado de tantos argentinos, poder ir al súper y comprar yerba, alfajores, dulce de leche. Obviamente que uno está lejos de la familia, pero todo lo anterior alivianar mucho esa distancia“.
Los consejos para ir a Andorra
A la hora de encarar un proyecto de estas características, Mosca explica:
- Se necesita un certificado de antecedentes penales, con apostillado de La Haya
- Es conveniente ir con un currículum vitae y una carta de recomendación. Con eso ya se puede tramitar la tarjeta verde, que habilita a trabajar en forma legal
- No se necesita saber idiomas, pero es un plus ya que permite conseguir mejores empleos