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Una mujer de Luján busca a su mamá biológica en Cucullú

Pamela nació en Luján y fue entregada a una familia que le ocultó durante mucho tiempo que era adoptada. Sabe que su mamá biológica era de Cucullú y ahora busca sus orígenes.

Pamela Rodríguez está por cumplir 40 años en unos días. Vive en Luján en la misma casa donde creció. De chica, su familia siempre le decía que a ella “la fueron a buscar a la clínica”, pero nunca le hablaban de su nacimiento. Cuando tenía tan solo 10 años, un chico de su barrio – El Quinto de Luján – le gritó “vos sos adoptada”. Ese momento fue un antes y un después: “ahí comenzaron mis preguntas”, cuenta. Sin embargo, el camino para llegar a esas respuestas nunca fue fácil. “Ya mi papá adoptivo había fallecido y mi madre siempre respondiendo con evasivas, pero a los 20 años me pongo firme y comienzo a preguntar a familiares”, explica Pamela.

Su historia, al igual que decenas de casos en Luján, deja al descubierto una triste realidad que se vivió durante décadas en la zona: el tráfico ilegal de bebés. Lamentablemente son muchos los casos que fueron dados en forma directa a parejas que los inscribían como de su propia sangre, violando el derecho a la identidad. Pamela es uno de esos casos: “Yo figuro como hija legítima de mis padres adoptivos en los registros de la antigua Clínica Colón de Luján que ya no existe. Mi certificado de nacimiento lo firma el Dr. Peretto. En el registro civil también figuro como hija legítima”.

Su mamá adoptiva hoy tiene 86 años y cuando Pamela le pregunta sobre su madre biológica, siempre le responde lo mismo. “Repite que no se acuerda el nombre, que le decía Mari, que el apellido le sonaba al de un cantante de la época, Luna o Díaz, también me dice que para qué quiero averiguar si no me quería”. El resto de la familia solamente le dio información aislada, pero gracias a su búsqueda incansable logró conseguir más datos.

En todos estos años pudo reconstruir parte de su historia y sigue esperanzada de algún día poder encontrar sus orígenes. Aparentemente mi madre biológica vivía en Cucullú en un horno junto a su mamá, su papá y un hijo de ella (hermano mío) que según me dijeron era colorado, un dato que quizás en esa época con poca gente en el pueblo llamaría la atención. Cuando queda embarazada de mí intenta abortar y al no poder, ofrece este bebé en camino a un señor que, según lo que averigüé, le decían “Goyo” de apellido Vergara, que era de Cortinez y que vendía ropa puerta a puerta. Este hombre ofrece al bebé a un señor que era cantinero en un club de Luján y que luego terminaría siendo mi tío (esposo de la hermana de mi mamá adoptiva)”, explica Pamela.

Así inicia el lazo con su familia adoptiva, ya que este hombre, le ofrece el bebé a su hermano y su cuñada, quienes terminan aceptando. “Ahí comienza el contacto con mi madre biológica y abuela, venían a hacerse los controles a Luján con el médico que pagaron mis padres adoptivos y  algún intercambio de dinero en el medio”, asegura. También se enteró que sus tíos adoptivos oficiaban de transporte llevándola hasta el horno en Cucullú. “Me contaron que para que ella no descubriera como llegar hasta la casa, siempre daban muchas vueltas, tanto cuando la buscaban como cuando la llevaban”.

Sobre el aspecto de su verdadera familia, pudo averiguar que su abuela biológica que vivía en Cucullú era una señora “rubia grandota” y su mamá muy parecida a cómo es Pamela en la actualidad.

Otro dato impactante que logró conseguir es que con el embarazo casi a término, su madre biológica se muda a la casa de sus papás adoptivos, donde Pamela aún continúa viviendo. “Los vecinos la veían, los niños de la familia tenían prohibido acercarse a ella. A mis primos más grandes les llamaba la atención ver una chica embarazada”, comenta. Para brindar más detalles sobre esta situación, Pamela cuenta que en el terreno donde vive ella y su familia adoptiva hay dos casas: adelante vivían sus padres adoptivos y más atrás su abuela adoptiva materna. “Habían puesto como un cerco para que nadie pudiera verla”.

Finalmente el 13 de febrero de 1983 a las 18 hs nació Pamela en el último piso de la Clínica Colón de Luján. “Mi madre biológica nunca me vio, se quedó unos días más en la casa de mis padres adoptivos hasta que le cortaron la leche y se hizo el último control. A mí me llevaron a casa de un tío hasta que ella se fue”. Sin embargo la oscura trama continuó con engaños hasta después de su nacimiento para seguir tapando sus orígenes: “según me contó una prima, ella cree que a mi madre biológica le dijeron que yo nací varón y que mi familia adoptiva trabajaba para gente adinerada de Mendoza y que a mí me llevaban para allá, es decir, ella creyó que esa gente con la que vivió no se quedaban conmigo”.

Tristemente son muchos los testimonios similares al de Pamela que exponen una tétrica matriz de vulneración de la identidad de cientos de personas en la región. “Mucha gente se comunicó y me dijo que eso era muy normal en el pueblo, que muchos bebés se iban para Entre Ríos”. Según una investigación del medio El Civismo, en Mercedes hay registrado al menos 70 casos y estiman que en Luján habría una cantidad similar. También explican que muchas madres de ciudades vecinas iban a parir a Luján para luego dejar a su hijo en manos de los médicos que hacían de intermediarios.

Por cualquier dato o información que pueda ayudarla a encontrar a su mamá biológica, contactarse al 2323-654047

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