El viernes pasado, a la hora de la cena, vecinos fueron sorprendidos por cinco delincuentes armados con pistolas y una escopeta. El violento robo causó conmoción en nuestra ciudad, acostumbrada a la tranquilidad de siempre. La familia de Camila Ballesteros y Ariel Chiavarino sufrió una pesadilla: fueron atados, golpeados, les revolvieron todo y hasta amenazaron a sus pequeños hijos durante más de 45 minutos.
Su casa está ubicada en el Barrio San Bernardo en la calle 50 bis, a pocos metros de la colectora nueva con acceso a la autopista. Es la tercera vez que le roban desde que viven allí, pero esta vez fue la más violenta. La familia reclama más iluminación y cámaras, ya que no hay ninguna en esa zona.
Hoy, después del shock, Camila fue entrevistada en Fm Libre y contó algunos detalles más de la triste situación que les tocó vivir el fin de semana: “Nos amenazaron todo el tiempo con que nos iban a separar, cortar los dedos, mi bebé de meses estaba durmiendo, en un momento se despierta y lo agarró uno con la misma mano que tenía la escopeta”. Les pedían dinero constantemente, aunque la familia les explicó que no tenían efectivo en su casa. Se terminaron llevando televisores, dos notebooks, perfumes, artículos de la peluquería que funciona allí, ropa y hasta la coca y el fernet que estaban tomando durante la cena. Huyeron en un auto de la familia y lo dejaron en la estación de servicio abandonada pasando el peaje de Villa Espil.
“En las cuatro o cinco cuadras donde vivimos hay dos luces nada mas y un cañaveral que nos rodea toda la vuelta de terrenos vecinos; no se ve absolutamente nada, hay dos luces y después todo monte, ya hemos hecho reclamos”
Camila, víctima del violento robo
Destacaron que justo donde viven “termina la calle, está la colectora y tiene salida directa a la autopista, para los dos lados”. La única cámara que hay por ahí es del municipio, pero está a 4 cuadras de su casa. “¿Cómo puede ser que no nos den seguridad, o una cámara? es un punto de salida no solo para nosotros, sino para cualquiera de la zona, pueden pasar por ahí y están en la autopista en dos segundos”, explicó preocupada Camila.
La policía local está trabajando para resolver el caso. Investigan cómo y por dónde ingresaron a nuestra ciudad. Aún no se sabe de dónde son los delincuentes, pero aparentemente fueron captados por las cámaras del peaje al escapar. “Es la tercera vez que nos roban, pero esto ya pasó a mayores, ¿qué más hace falta que nos pase para sentirnos cuidados?”, concluyó una de las víctimas de este terrible robo.