Las campañas políticas siempre tienen condimentos para todos los gustos, durante esos meses los políticos buscan conquistar al electorado a través de distintas formas: están los clásicos spots –algunos más simpáticos que otros-, las típicas notas en los medios y, en algunos casos, los acalorados debates entre candidatos. Sin embargo, después de la pandemia nada es igual. Esta elección sin dudas es distinta y las redes sociales juegan un rol clave.

Lamentablemente en nuestra ciudad un episodio de los últimos días empaña el acto electoral: se rompieron normas éticas y morales que no solo afectan a la política, sino que profundizan una herida que nos duele a todos.

El portal Letra P, dedicado a noticias políticas, se hizo eco de la interna de Juntos en San Andrés de Giles citando hechos que marcaron la grieta entre los dos sectores principales del PRO: el de Pablo Martínez y el de Agustina Boldou. Si bien está claro que al sitio le facilitaron la información, los hechos que relatan son ciertos.

Entre varias cosas Letra P hace mención a un posteo en Facebook de María Luján Crinigan, precandidata a concejal en la lista de Pablo Martinez. La obstetra se refirió al encuentro de Agustina Boldou con Fernán Quiros, ministro de Salud de CABA, con palabras pocos felices:

 “Ya estás mintiendo, ¿Estuviste con el ministro y le contaste la verdad? que mientras nosotros estábamos en el frente de batalla vos estabas sentada en tu consultorio privado. No tenés cara, una pena te creía inteligente. Respeto. Pido por la gente que ya no está y sus familiares”.

El posteo, totalmente desafortunado, que mezcla la campaña con la pandemia y las víctimas por Covid-19, lleva la discusión política a un escenario que causó tristeza al mundo entero. Si bien pasó inadvertido algunos días, el comentario atrasa, porque hace uso del dolor ajeno.

Lo que nos tocó atravesar como sociedad deja una herida abierta que no podrá cerrarse el año que viene ni el próximo, sino que llevará mucho tiempo y no puede ser utilizada para chicanas ni tironeos políticos.

El esfuerzo del personal de salud, las fuerzas de seguridad, los funcionarios que pusieron el cuerpo y los ciudadanos que tuvieron que quedarse en casa tanto tiempo, debe valorarse; como también es necesario respetar aquellos que ya no están y a quienes todavía los extrañan.

Después de haber vivido la peor crisis sanitaria de los últimos tiempos, no vale todo a la hora de “sacar votos”. Cuando en el medio está el sufrimiento de tantos que han perdido a quienes más querían, no da lo mismo. En estos tiempos tan difíciles sufrimos pero aprendimos mucho, nada bueno se puede construir desde la violencia.

Hacer campaña con el dolor no favorece a nadie, sino que nos perjudica a todos. Y cuándo decimos a todos no es a una interna, ni a Juntos, ni al Frente de Todos o a Avanza Libertad. Es a todos los ciudadanos que creen en una democracia en paz, sin denigrar ni humillar al que piensa distinto, porque en definitiva se trata de construir una sociedad mejor.