“A veces descartamos a los ancianos, pero ellos son tesoro precioso: descartarlos es injusto y una pérdida irremediable”. Usted se preguntará quién reflexionó de esa manera. Nada más y nada menos que el Papa Francisco. Y ese mismo mensaje fue citado por el titular de la ANSES, Emilio Basavilbaso, en el Congreso Internacional “Descarte vs. Inclusión. Hacia una resignificación de los adultos mayores”, organizado por la Universidad Austral el pasado 26 de octubre.Durante toda la jornada, desarrollada en el fascinante Salón San Martín de la Legislatura Porteña, especialistas en la temática, médicos, abogados, psicólogos y funcionarios públicos y políticos disertaron sobre cómo contribuir a la resignificación del rol del adulto mayor en la sociedad y expusieron sus pensamientos, estudios e ideas y plantearon sus interrogantes y propuestas para el futuro.Basavilbaso fue uno de los primeros en exhibir su discurso, en el cual realizó un recuento de las políticas del organismo y del Gobierno nacional, como la Ley de Reparación Histórica -por la cual se va a reajustar el ingreso de más de dos millones de jubilados, al tiempo que se le pagará un retroactivo a aquellos que habían iniciado juicio- y la Pensión Universal para Adultos Mayores (PUAM). No obstante, reconoció que “persisten formas de maltrato, como por ejemplo cuando los jubilados que hacen una hora de cola para informarse o cobrar; esto lo tenemos que modificar”.Como integrante del primer panel, Stella Maris Martínez -Defensora General de la Nación- sostuvo que “si bien Argentina tiene leyes muy progresistas, en la práctica esto no pasa. Las familias quedan solas con las personas mayores, sin saber dónde pedir ayuda, ni qué derechos tienen”. La funcionaria aseguró que “el problema del adulto mayor es de toda la sociedad y el cambio implica salir de una cultura de exclusión y el Estado tiene un rol fundamental”.En sintonía con Martínez, la responsable de la Dirección Nacional de Políticas para Adultos Mayores (DINAPAM), Susana Rubinstein, afirmó que “el Estado debe comprometerse” y adelantó que “existe un amplio consenso para darle rango constitucional a la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores antes de fin de año o a principios del año próximo”. Además, remarcó la necesidad de combatir el prejuicio hacia las personas mayores, e indicó que “existen imágenes que la sociedad y los medios de comunicación alimentan que presentan al adulto como un ser perdido, con deterioro”.Durante el segundo panel, que trataba la temática del rol del adulto mayor en la sociedad, el Dr. José Jáuregui –Pte. Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría- manifestó que “el envejecimiento es un triunfo del desarrollo” y que el aumento de la longevidad es uno de los mayores logros de la humanidad. Por su parte, la Directora Ejecutiva de la Fundación Navarro Viola, Inés Castro Almeyra, hizo hincapié en que no hay una sola vejez, sino que todas son diferentes y difieren de acuerdo a cómo vivió cada uno, y opinó que “no es lo mismo hacer algo para las personas mayores, que con ellos. Hay que incluir su mirada y su voz”.Luego, Gonzalo Abramovich, Coordinador General del Área de Adultos Mayores de la AMIA, habló de la “Generación 6.0”, un espacio cultural, recreativo y social para adultos de la comunidad judía de entre 60 y 75 años, en donde desarrollan su creatividad, comparten experiencias y mantienen un estilo de vida activo y participativo.En ese tercer panel en el que se disertó sobre las potencialidades del adulto mayor, el escritor y político Julio Bárbaro fue uno de los que más atención acaparó. “La edad tiene que ver con la vida; con los años uno decanta y llega la hora de la cosecha”, manifestó. También sostuvo que “hay que sacarle el jugo a las relaciones y al afecto, más allá del libro y de la memoria”. El pensador cerró su discurso afirmando que “nosotros (los nacidos en los ´40-´50) nacimos en el romanticismo, no podemos morir en el pragmatismo”.Otro que se destacó fue el Psicólogo y especialista en ancianidad, Dr. Claudio García Pintos, quien comenzó diciendo que “los viejos son el remanente de ese gran cajón que es la sociedad”. Para finalizar, hizo algo que dejó pensando a más de uno y que sirve para finalizar la nota con esta idea: diferenció los conceptos de inclusión e integración. “Incluir es decirnos ´qué buenos somos, los incluimos´, en cambio, integrar es ´qué bien estamos todos juntos´; cuando uno está incluido participa y pertenece, recupera todo”. Sostuvo que el objetivo no es que sobrevivan, sino que se realicen. “El tema es integrarlos. No pensemos más en qué hacer por los viejos, reconozcamos todo lo que los viejos pueden hacer por nosotros.”Video de la campaña “HACIA UNA VEJEZ ACTIVA”, realizado por la Oficina de Prevención de Violencia Intrafamiliar y de Género de la localidad vecina de Carmen de Areco: